Dentro de sus inventos cabe destacar el panóptico,  un centro penitenciario. El concepto de este diseño permite a un vigilante observar (-opticón) a todos (pan-) los prisioneros sin que éstos puedan saber si están siendo observados o no.

Jeremy Bentham

La estructura de la prisión incorpora una torre de vigilancia en el centro de un edificio anular que está dividido en celdas. Cada una de estas celdas comprende una superficie tal que permite tener dos ventanas: una exterior para que entre la luz y otra interior dirigida hacia la torre de vigilancia. Los ocupantes de las celdas se encontrarían aislados unos de otros por paredes y sujetos al escrutinio colectivo e individual de un vigilante en la torre que permanecería oculto. Para ello, Bentham no sólo imaginó persianas vecinas en las ventanas de la torre de observación, sino también conexiones laberínticas entre las salas de la torre para evitar destellos de luz o ruido que pudieran delatar la presencia de un observador.

Panopticum (primer diseño original de Bentham)

De acuerdo con el diseño de Bentham, este sería un diseño más barato que el de las prisiones de su época, ya que requiere menos empleados. Puesto que los vigilantes no pueden ser vistos, no sería necesario que estuvieran trabajando todo el tiempo, dejando la labor de la observación por instantes. Aunque el diseño tuvo efectos limitados en las cárceles de la época de Bentham, se vio como un desarrollo importante, pero claro no sólamente servirían para prisiones, si no que este diseño también se podría aplicar  a escuelas y fábricas, para vigilar a los obreros o a los estudiantes, en fin que el señor Bentham era un verdadero adelantado a su tiempo y a George Orwell.

Monia de Jeremy Benthman

A la muerte del filósofo, él mismo mandó que su cabeza fuera momificada y su cuerpo embalsamado y de esta guisa, con sus mejores galas, presidiera todas las reuniones del University College de Londres y así se hizo durante 99 años, hasta que por fín, catedráticos tan elegantes y gente tan inteligente, dejaron de hacerlo y ahora sólamente lo exponen en una urna en dicho colegio, para que los alumnos en tan distinguido ambiente puedan echarse unas risas con el tío Jeremías..

Aunque a mi personalmente me da bastante miedo ver a este tipo, no sólo por su aspecto sino por las cosas que decía y la forma que tenía de pensar en el ser humano.